Los Vampiros del Aire

Los vampiros del aire es un folletín creado en 1935 por José María Canellas Casals para la editorial Marco. La obra fue inicialmente publicada en forma de 44 fascículos semanales, cada uno con dieciséis páginas y portada de Farrell, a un precio accesible para la época. Esta publicación semanal permitió que la historia se difundiera ampliamente entre los lectores, consolidándose como una obra popular dentro del género de aventuras.

En 1940, el propio autor adaptó el folletín a un formato de cómic, dividiéndolo en doce cuadernos de aventuras. Esta adaptación contó con la colaboración de varios dibujantes destacados, entre ellos Francisco Darnís, Emilio Boix y Boixcar, quienes aportaron su talento para dar vida visual a la narrativa escrita. La transición del folletín al cómic permitió que la historia alcanzara a un público más amplio y diverso, combinando la narrativa textual con ilustraciones que enriquecían la experiencia de lectura.

Siete años después de la adaptación, la editorial Marco inició una reedición de la historieta, aunque esta se truncó en su sexto número. A pesar de esta interrupción, la serie dejó una huella significativa en el ámbito de la historieta fantástica española. Los villanos alados que aparecen en la serie se convirtieron en un elemento recurrente en la historieta española posterior, influyendo en numerosas obras y consolidando un arquetipo dentro del género.

La obra es un ejemplo representativo de la cultura popular española de mediados del siglo XX, reflejando tanto las tendencias narrativas como las estéticas de la época. Su legado perdura en la influencia que ejerció sobre generaciones posteriores de creadores de historietas, quienes retomaron y reinterpretaron sus elementos característicos. Los vampiros del aire no solo es una pieza importante dentro de la historia del cómic español, sino también un testimonio de la evolución del medio y de la narrativa de aventuras en España.