Wormwood – Caballero Putrefacto

El dibujo de Ben es como si una nube negra apareciera de repente y, fijándonos mucho en su interior, comenzáramos a ver luces, formas, colores y sangre. Mucha sangre. Y Leprechauns. Unos muy cabrónes. Como son los Leprechauns. Y en medio de todo, un tipo sentado mirándonos fijamente a los ojos que parecería decirnos “ Esto es lo que estabas esperando, tío. Lo se. Y ahí lo tienes”. Por que si algo nos gusta a los fans de Templesmith es ese estilo ( algunos lo llamarán guarro) medio Bizzarro, medio arte abstracto y no definido que tanto gusta a los críticos de arte cuando están plasmados en un lienzo y nada cuando es sobre un tebeo. En 30 Días de Noche, con el loco de Niles, donde la mayoría (si, me too) lo descubrimos, Templesmith se dejaba llevar por la historia y parecía, dentro de lo tensa de la misma, que el tipo estaba contenido. Ya en Criminal Macabre conseguimos vislumbrar que al tipo e le iba la pinza a niveles absurdos e incluso, peligros.Demasiado caos, aunque controlado. En Fell, junto a al otro loco, Ellis, sacrificó algo de sus obras anteriores para comprimirse en las historias “unitarias” que marcaban la idea original del comic ( y es que la premisa de Fell era y es hacer un comic que no necesitará seguir mensualmente, sino leer una historia por solo dos pavos y luego, si te visto no me acuerdo) y donde el chico se marcó uno de sus mejores trabajos. Pero oh, amigos. Oh. Todos sabíamos que el cerebro de este hombre esconde algo oscuro y cachondo. No me malinterpretéis. No es del estilo oscuro de Alan Moore o, que se yo, Gaiman, no. Es un estilo socarrón y “joputesco” acorde con una mentalidad mas abierta a todo y donde nada es censurable. Y es que aquí el tío también es el artífice del guión. Por eso no debe extrañar a los que se interesen por este Woormwood encontrar a un gusano ( literal) milenario, que usa cadáveres para “socializarse” (el muy cabrón se sitúa en una cuenca de ojo vacía y así se mueve por el mundo) , que se hace acompañar de un robot con aspecto de tipo de los ZZ Top y siempre va cargado de armas, y que suele frecuentar un strip club que es una puerta al infierno custodiada por unas stripers nada convencionales. A partir de ahí, la historia es lo de menos. Lo que hay que hacer es disfrutar de lo lindo, dejarse llevar y reconocer que somos unos degenerados a los que les gusta ver casqueria a borbotones.

 

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Números: 14
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Leer en: Wormwood – Caballero Putrefacto – Doncomic

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