Recopilatorio de Clasicos

Bruguera fue una editorial española fundada en 1910 originalmente bajo el nombre El Gato Negro, especializada en literatura popular e historietas. Con sede en Barcelona, se destacó por la publicación de folletines, libros de chistes y revistas de historietas, alcanzando gran éxito con el semanario Pulgarcito desde 1921. Tras la Guerra Civil, en 1939 cambió su nombre a Editorial Bruguera, consolidándose como una de las editoriales de cómics más importantes de España durante las décadas de los 40, 50, 60 y 70.

Durante su etapa clásica, Bruguera publicó numerosas revistas y colecciones de tebeos, incluyendo títulos emblemáticos como El Campeón, Super Pulgarcito, El DDT, y revistas femeninas como Sissi. También incursionó en la novela gráfica y en la literatura popular con autores destacados de novela rosa y western. En los años 60 y 70, la editorial amplió su catálogo con nuevas revistas y personajes, incorporando influencias internacionales y adaptándose a los cambios culturales y tecnológicos, como la influencia de la televisión.

Bruguera fue conocida por su estilo característico en la historieta humorística, conocido como la "Escuela Bruguera", que combinaba entretenimiento infantil con costumbrismo satírico. Este estilo fue desarrollado por un grupo de dibujantes y guionistas que crearon personajes icónicos como Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape, y Doña Urraca, entre otros.

A pesar de su éxito, la editorial enfrentó dificultades económicas y legales en los años 80, incluyendo la suspensión de pagos en 1982 y la pérdida de derechos sobre personajes clave. Finalmente, en 1986 fue adquirida por el Grupo Zeta y transformada en Ediciones B, aunque su filial mexicana continuó operando y mantuvo vigente el género vaquero, especialmente a través de las obras de Marcial Lafuente Estefanía.

En 2006, Bruguera fue relanzada brevemente como sello editorial dentro de Ediciones B, recuperando parte de su catálogo y creando un premio literario, pero cerró nuevamente en 2010. La editorial dejó un legado importante en la cultura popular española, siendo la mayor editora de cómics en su época y contribuyendo a la difusión de la literatura popular entre sectores desfavorecidos, aunque con críticas por las condiciones laborales de sus creadores.

Bruguera también destacó por sus colecciones de libros de bolsillo y literatura juvenil, y fue reconocida con premios oficiales en los años 60. Su influencia perdura en la historia del cómic y la literatura popular en España y América Latina.