La historieta en México ha tenido una importancia cultural significativa, especialmente durante su edad dorada en las décadas de 1940 y 1950, cuando algunas revistas alcanzaban tiradas diarias de hasta 350,000 ejemplares, logrando que millones de mexicanos compartieran simultáneamente experiencias culturales.
Sus orígenes pueden rastrearse en tradiciones precolombinas, aunque la historieta moderna se considera un producto cultural de la modernidad industrial y política occidental, desarrollándose inicialmente en la prensa ilustrada europea y mexicana desde finales del siglo XIX. La primera historieta mexicana publicada fue "Rosa y Federico" en 1869, seguida por diversas series que satirizaban la política y sociedad del país.
Durante el Porfiriato, la historieta evolucionó hacia un entretenimiento más neutral políticamente, con autores destacados que contribuyeron a su desarrollo. En 1880, la cigarrería "El Buen Tono" comenzó a distribuir series periódicas de historietas, marcando un precedente importante.
A principios del siglo XX, la influencia estadounidense introdujo nuevos elementos gráficos y narrativos, como globos de diálogo y onomatopeyas, mientras que la Revolución Mexicana impulsó historietas politizadas y belicosas. Personajes populares como "Ranilla" surgieron en esta época, consolidando la popularidad del medio.
La Época de Oro (1934-1948) estuvo marcada por el éxito de revistas como Paquín, Paquito, Chamaco y Pepín, que alcanzaron tiradas superiores a medio millón de ejemplares y presentaron historietas predominantemente mexicanas. En las décadas siguientes, nuevas editoriales como Novaro introdujeron formatos estadounidenses y difundieron tanto material importado como producción nacional con fines didácticos.
Entre los años 60 y 70, la historieta mexicana experimentó un renacer con temáticas políticas y concientizadoras, además de la aparición de series de aventuras, crímenes, terror y ciencia ficción. La Secretaría de Educación Pública también apoyó la difusión de historietas que reflejaban la historia y literatura del país.
Sin embargo, a partir de los años 80, la producción nacional disminuyó frente al auge del material importado, especialmente cómics de superhéroes y manga, y la competencia de otros medios como la televisión y los videojuegos. A pesar de ello, persistieron publicaciones para adultos y surgieron fanzines y proyectos independientes que mantuvieron viva la tradición.
En el siglo XXI, se han realizado intentos por revitalizar la historieta mexicana con nuevas publicaciones y la incorporación de autores contemporáneos, además de la creación de espacios como el Museo de la Caricatura y la Historieta. La historieta sigue siendo un medio relevante para la expresión cultural y política en México, con una rica historia que refleja la evolución social y mediática del país.
| Autor: | — |
| Editorial: | Editorial Juventud, Panamericana, Editorial Sayrols, Publicaciones Herrerías, Editorial Novaro, Grupo Editorial Vid |
| Año: | — |
| Números: | 12 |
| Género: | Historieta, cómic |
| Idioma: | Español |
| Leer en: | Pepín 01-12 – Doncomic |