El trastorno de pánico es un trastorno de ansiedad caracterizado por ataques súbitos e inesperados de terror intenso, que ocurren sin la presencia de estímulos externos que los desencadenen. Estos episodios, conocidos como ataques de pánico, se acompañan de síntomas físicos como dolor en el pecho, palpitaciones, dificultad para respirar, mareos y sensaciones de irrealidad o miedo a perder el control. 
Este trastorno implica cambios significativos en el comportamiento del individuo, incluyendo una preocupación persistente por la posibilidad de nuevos ataques y la evitación de situaciones o lugares que puedan desencadenarlos. En casos severos, puede derivar en agorafobia, donde la persona depende de lugares o personas para sentirse segura.
El trastorno de pánico se diferencia de otros trastornos de ansiedad en la intensidad y duración de los síntomas, siendo los ataques de pánico episodios breves pero intensos de miedo, mientras que la ansiedad generalizada es más persistente y menos intensa. Los criterios diagnósticos incluyen ataques inesperados y recurrentes, preocupación persistente por nuevos ataques, cambios en el comportamiento y la exclusión de causas médicas o de otras condiciones psiquiátricas.
Las causas exactas del trastorno no se conocen completamente, aunque se consideran factores genéticos, vulnerabilidades psicológicas y eventos estresantes como posibles desencadenantes. Las investigaciones sugieren que alteraciones en neurotransmisores como la serotonina y el GABA, así como en ciertas áreas cerebrales relacionadas con el miedo, pueden estar involucradas.
El trastorno suele comenzar en la juventud, entre los 18 y 24 años, y puede durar desde meses hasta varios años, con períodos de remisión. Los síntomas pueden ser tan intensos que el afectado puede creer estar sufriendo un ataque cardíaco o una pérdida de control mental, aunque no representan un peligro físico inmediato.
El tratamiento incluye medicación, principalmente ansiolíticos y antidepresivos, y terapia psicológica cognitivo-conductual. La psicoeducación es fundamental para que el paciente entienda el trastorno y sus mecanismos. La terapia de exposición gradual a las situaciones temidas y técnicas de relajación son comunes. También se emplean métodos paradójicos como la autoprovocación sistemática de los miedos para facilitar la superación del trastorno.
El apoyo emocional de familiares y amigos es crucial, aunque a menudo existe falta de comprensión social sobre la enfermedad. La combinación de tratamiento farmacológico y psicológico ofrece los mejores resultados para la recuperación y manejo del trastorno de pánico.
| Autor: | — | 
| Editorial: | — | 
| Año: | — | 
| Números: | 34 | 
| Género: | Trastorno de ansiedad | 
| Idioma: | Español | 
| Leer en: | Panico – Doncomic |