El antiguo convento de la Encarnación de San Cristóbal de las Casas, actualmente templo del Carmen, es un conjunto arquitectónico emblemático y relevante en Chiapas, México. Fundado en la última década del siglo XVI, su construcción está ligada al desarrollo social, político, económico y cultural de la región en la época colonial.
La fundación del convento respondió a solicitudes de habitantes españoles para albergar a sus hijas y descendientes legítimas, brindándoles protección, educación y preparación para la vida matrimonial o conventual. Fue autorizado por el rey Felipe II en 1595 y quedó bajo la advocación de Nuestra Señora de la Encarnación, administrado por religiosas de la orden de la Inmaculada Concepción, conocidas como Concepcionistas franciscanas, que ya tenían presencia en Nueva España y Guatemala.
Las primeras monjas llegaron desde Guatemala en 1610, y el convento se construyó en terrenos que pertenecían al templo de San Sebastián Mártir. La edificación fue dirigida por el fraile Tomás de Blanes y contó con mano de obra de Oaxaca y Guatemala, financiada por donaciones y solares cedidos por los habitantes de Ciudad Real. La construcción fue lenta, y las monjas inicialmente habitaron un alojamiento provisional.
La vida en el convento enfrentó dificultades como epidemias, inundaciones, incendios y terremotos, que afectaron la salud y la infraestructura, generando problemas financieros para su mantenimiento. El interior del templo contaba con retablos, esculturas y ornamentos religiosos, muchos de los cuales se perdieron o fueron expropiados tras la exclaustración en el siglo XIX.
Uno de los elementos arquitectónicos más destacados es la torre mudéjar de 1677, con tres cuerpos diferenciados y una cúpula del siglo XVIII, que combina funciones de acceso y campanario, y refleja influencias de la arquitectura española adaptada al Nuevo Mundo.
La vida cotidiana en el convento seguía las prácticas religiosas y la educación de la época, incluyendo doctrina cristiana, lectura, escritura, matemáticas básicas y oficios domésticos. Las novicias debían cumplir con votos de obediencia, pobreza, castidad y clausura, y el convento mantenía una estructura administrativa que incluía ingresos por donaciones, dotes, educación y otras fuentes.
La exclaustración decretada en la segunda mitad del siglo XIX, en el contexto de las reformas liberales mexicanas, obligó a las monjas a abandonar el convento, que fue convertido en acantonamiento y posteriormente fraccionado. Algunas monjas sobrevivieron en casas particulares dedicándose a la confección de alimentos.
Este convento es un testimonio histórico de la vida religiosa femenina en la Nueva España, reflejando la interacción entre la arquitectura, la sociedad y la cultura en Chiapas durante varios siglos.
| Autor: | — |
| Editorial: | — |
| Año: | 1595 |
| Números: | 3 |
| Género: | Historia, Arquitectura, Religión |
| Idioma: | Español |
| Leer en: | Monja Guerrera Dei – Tiempo futuro – Doncomic |