La Boveda

La bóveda de cañón es un elemento arquitectónico que consiste en una estructura en forma de túnel formada por una alineación de arcos de medio punto. Es frecuente en iglesias románicas, aunque su uso se remonta a civilizaciones antiguas como la egipcia, mesopotámica y romana. Los romanos fueron pioneros en su uso sistemático, empleándola para cubrir espacios grandes y duraderos con ladrillos y hormigón.

Esta técnica constructiva surgió probablemente por la necesidad de cubrir edificios con materiales de albañilería en zonas con escasez de madera. Los ejemplos más antiguos datan de alrededor del 4000 a.C. en Mesopotamia y del 3500 a.C. en Egipto, donde se utilizaba principalmente para construcciones subterráneas como desagües y alcantarillas. También fue conocida por los antiguos griegos durante el período helenístico.

En Roma, la bóveda de cañón se utilizó ampliamente, heredada probablemente de los etruscos, y se construyó con ladrillos y hormigón. Sin embargo, con el tiempo fue reemplazada por la bóveda de crucería, que permitía muros más delgados y espacios interiores más luminosos. En la época bizantina se desarrollaron técnicas para construir bóvedas sin cimbras mediante el apaisado de dovelas.

Tras la caída del Imperio Romano, la bóveda de cañón volvió a usarse en el Románico para cubrir grandes catedrales, aunque con interiores oscuros debido a los muros gruesos necesarios para sostenerla. En el Gótico, esta bóveda cayó en desuso en favor de las bóvedas de crucería, más ornamentadas y ligeras. Sin embargo, en el Renacimiento y Barroco se recuperó para grandes edificios como la Basílica de San Pedro en Roma.

Estructuralmente, la bóveda de cañón genera empujes verticales y laterales que requieren muros gruesos, arcos fajones, contrafuertes o la construcción de bóvedas paralelas para contrarrestar las fuerzas. Se empleó en monasterios, castillos, sótanos, criptas y grandes salas. Su construcción tradicionalmente requería cimbras de madera, aunque se desarrollaron métodos para minimizar su uso.

En comparación con otras bóvedas, la de cañón es menos estable debido a sus empujes laterales, por lo que necesita refuerzos adecuados. Esto limita la iluminación interior, característica común en la arquitectura románica. Existen variantes según la forma del arco directriz, como la bóveda de cañón rebajado, en carpanel o apuntado.

En resumen, la bóveda de cañón es una técnica arquitectónica antigua y fundamental que ha evolucionado a lo largo de la historia, adaptándose a diferentes estilos y necesidades constructivas, y sigue siendo un elemento clave en la arquitectura histórica y monumental.

 

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Números: 3
Género: Arquitectura
Idioma: español
Leer en: La Boveda – Doncomic

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