El Aguilucho

El Aguilucho es una serie de cómics publicada por la Editorial Maga, una editorial española ubicada en Valencia que operó desde 1951 hasta 1986. Maga fue fundada por Manuel Gago, cuyo nombre da origen al acrónimo de la editorial. Durante sus primeros años, Maga se especializó en la producción de tebeos, convirtiéndose en un referente dentro de la Escuela Valenciana de cómics.

La editorial se caracterizó por mantener un enfoque exclusivo en los cuadernos de aventuras, evitando diversificarse hacia otros formatos como novelas populares o revistas. Sus publicaciones destacaban por una confección cuidada, con portadas que utilizaban iconografías y grafismos distintivos para cada serie, lo que les otorgaba una identidad visual propia y reconocible.

El Aguilucho apareció en un momento de esplendor para Maga, a finales de los años 50 y principios de los 60, cuando la editorial apostaba por personajes más desenfadados y menos dramáticos, en línea con las tendencias del cómic español de la época. Esta etapa estuvo marcada por un aumento en la oferta de colecciones y la consolidación de varios éxitos editoriales.

Manuel Gago, fundador y figura clave de Maga, fue también autor de varias series que contribuyeron a la consolidación de la editorial. El Aguilucho se inscribe dentro de esta época de creatividad y expansión, formando parte de un catálogo que incluía títulos como El Corsario sin Rostro y Piel de Lobo.

A partir de 1963, la editorial comenzó a experimentar una reducción en el número de lanzamientos y un aumento en la publicación de material importado y reediciones. Factores como la implantación de la televisión y un repunte en la censura afectaron negativamente al mercado de los cuadernos de aventuras. Finalmente, en 1966, Maga dejó de editar cómics para centrarse en los álbumes de cromos hasta su cierre en 1986.

El Aguilucho representa, por tanto, un ejemplo del estilo y la producción de una editorial que tuvo un papel destacado en la historia del cómic español, especialmente dentro del ámbito valenciano, y que supo adaptarse a las tendencias y desafíos de su tiempo sin perder su identidad editorial.