Collins & Martínez – El escuadrón de las águilas

El USS Maine (ACR-1) fue un acorazado pre-dreadnought de segunda clase de la Armada de los Estados Unidos, notable por ser el segundo en entrar en servicio y el primero en portar el nombre del estado de Maine. Construido en respuesta a la creciente fuerza naval de Brasil y otros países hispanoamericanos, el Maine presentaba un diseño innovador para su época, con torretas principales dispuestas en échelon para permitir disparos a ambos costados y hacia proa y popa. Sin embargo, su construcción prolongada y los rápidos avances tecnológicos y tácticos en la guerra naval hicieron que el Maine estuviera obsoleto al momento de su entrada en servicio.

El Maine fue enviado a proteger los intereses estadounidenses durante las revueltas cubanas contra España y es tristemente célebre por su explosión y hundimiento en el puerto de La Habana en 1898, evento que catalizó la Guerra hispano-estadounidense. La causa exacta de la explosión sigue siendo objeto de debate, con teorías que van desde un incendio accidental en las carboneras hasta la detonación por una mina o incluso una operación de bandera falsa.

El diseño del Maine reflejaba un período de transición en la construcción naval, con un casco más alargado y estrecho que su gemelo Texas, y una planta motriz diseñada para priorizar la velocidad en combate. Su armamento principal consistía en cuatro cañones de 254 mm montados en torretas dobles hidráulicas, aunque la disposición en échelon resultó problemática debido a la escora del buque y los daños que podía causar la onda expansiva de los disparos. Además, contaba con armamento secundario y antitorpedos, así como tubos lanzatorpedos y capacidad para transportar torpederos pequeños.

El blindaje del Maine estaba compuesto de acero al níquel, con un cinturón protector sobre la línea de flotación y blindajes en torretas y barbetas, aunque presentaba deficiencias frente a los cañones de disparo rápido de calibre medio que emergían en esa época. La construcción del buque se vio retrasada por problemas en el suministro de acero y conflictos laborales en las acerías.

Durante su servicio, el Maine operó principalmente en la costa este de Estados Unidos y el Caribe, hasta su despliegue en Cuba en 1898. La explosión que causó su hundimiento provocó la muerte de la mayoría de su tripulación y generó una intensa cobertura mediática en Estados Unidos, que contribuyó a la escalada hacia la guerra con España.

Varias investigaciones oficiales y privadas han intentado esclarecer las causas del desastre, con conclusiones diversas que incluyen desde un incendio accidental en las carboneras hasta la detonación por una mina externa. Investigaciones posteriores, incluyendo análisis computarizados y estudios técnicos, han aportado diferentes perspectivas, pero el misterio persiste. Además, existen teorías conspirativas que sugieren que el hundimiento fue provocado deliberadamente por Estados Unidos para justificar la guerra.

El Maine fue reflotado y hundido definitivamente en alta mar en 1912, y sus restos y tripulantes fueron honrados con memoriales en Estados Unidos y Cuba. Su legado histórico es significativo, ya que marcó un punto de inflexión en la política y la historia naval estadounidense, y su nombre se ha convertido en un símbolo de la guerra y la memoria nacional.