El término empresario se refiere a la persona o grupo de personas que, individual o colectivamente, establecen los objetivos y toman decisiones estratégicas sobre las metas, medios, administración y control de una empresa, asumiendo responsabilidades comerciales y legales.
El empresario puede ser una persona física o jurídica que combina capital y trabajo para producir bienes o servicios con el fin de obtener beneficios. Este concepto abarca desde altos directivos y accionistas mayoritarios hasta propietarios de empresas de cualquier tamaño.
Históricamente, el empresario ha desempeñado tres funciones principales: propietario o capitalista, gerente o administrador, y emprendedor o innovador que asume riesgos. En la economía contemporánea, el empresario representa la actuación de la empresa, persiguiendo objetivos coherentes con sus fines y administrando la organización.
Las características del empresario pueden dividirse en dos grupos: aquellos que destacan la asunción del riesgo y el prestigio, y aquellos que enfatizan la función directiva y de control del proceso económico.
La evolución histórica del concepto se divide en dos etapas. La primera, desde la Revolución Industrial, considera al empresario como propietario-administrador que asume riesgos patrimoniales y controla directamente su negocio. La segunda etapa corresponde al empresario profesional, surgido con la expansión de grandes sociedades mercantiles y la separación entre propiedad y gestión. En este modelo, el empresario es un gerente profesional que toma decisiones basadas en conocimientos técnicos y estratégicos, y su remuneración puede incluir acciones o bonos.
Este cambio ha generado una distinción entre los objetivos de los accionistas, que buscan beneficios, y los empresarios profesionales, que buscan la continuidad y crecimiento de la empresa. Además, ha surgido la figura de la tecnoestructura, un conjunto de profesionales que dirigen las grandes empresas de manera colegiada, desplazando la dirección individual de los propietarios.
En las grandes corporaciones, el poder de decisión se concentra en consejos de administración, mientras que los accionistas individuales actúan como inversionistas financieros sin influencia directa en la gestión. Los propietarios pueden ser permanentes, con control financiero y cercanía al consejo, o temporales, como simples inversores.
El poder de la tecnoestructura depende de su capacidad para generar resultados que satisfagan a las partes interesadas y mantengan la competitividad en un entorno dinámico y hostil. En resumen, el empresario es una figura clave en la economía, cuya función y características han evolucionado con el tiempo para adaptarse a las complejidades del mundo empresarial moderno.
| Autor: | — |
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| Números: | 2 |
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| Idioma: | español |
| Leer en: | Burham – Doncomic |