Caliban

Calibán es un personaje originario de la obra teatral "La tempestad" de William Shakespeare, donde representa la figura del salvaje primitivo y esclavizado, simbolizando los aspectos materiales e instintivos del ser humano. En contraste con Ariel, otro sirviente de Próspero que encarna lo espiritual, Calibán es una mezcla de humano y monstruo, hijo de la bruja Sycorax y un diablo, y es forzado a la esclavitud tras la llegada de Próspero y su hija Miranda a la isla.

El nombre "Calibán" podría derivar de una transliteración de "caníbal", vinculando al personaje con la visión europea de los pueblos indígenas y africanos. A lo largo de la literatura inglesa y mundial, Calibán ha sido reinterpretado desde diversas perspectivas, incluyendo la del "hombre natural" de Rousseau, el materialismo frente al idealismo, y como símbolo de las clases oprimidas y los pueblos colonizados.

Numerosos autores han revisado y reelaborado la figura de Calibán, como Robert Browning, W. H. Auden, Oscar Wilde, James Joyce, John Fowles, Dan Simmons y Jack London, entre otros. En la literatura hispanoamericana, escritores como Rubén Darío y José Enrique Rodó han visto en Calibán una representación del materialismo y la masificación cultural, mientras que otros ensayistas han interpretado al personaje desde una perspectiva marxista o anticolonial.

Desde el punto de vista psicoanalítico, Calibán puede interpretarse como la manifestación del Id o la parte instintiva del individuo, y se ha asociado con teorías sobre el paternalismo colonial y el racismo. En la cultura popular, Calibán aparece en diversas formas, desde títulos de libros y poemas, personajes en cómics y videojuegos, hasta nombres de bandas musicales y lunas de Urano.

En resumen, Calibán es un símbolo multifacético que ha trascendido su origen teatral para convertirse en un referente cultural y literario que aborda temas como la naturaleza humana, la opresión social, el colonialismo y la identidad.