Isis es una de las principales diosas de la religión del Antiguo Egipto, cuyo culto se extendió por todo el mundo grecorromano. Su primera aparición data del Imperio Antiguo (c. 2686-2181 a. C.) y está vinculada al mito de Osiris, en el que resucita a su esposo asesinado y protege a su hijo Horus. Se la consideraba madre divina del faraón y protectora de los muertos, ayudándolos a entrar en la otra vida. Inicialmente, su papel en los rituales reales era limitado, pero fue más prominente en ritos funerarios y textos mágicos. Durante el Imperio Nuevo, adoptó atributos de Hathor, la diosa predominante anterior, y su culto se expandió notablemente.
En el primer milenio a. C., Isis se convirtió en una de las deidades egipcias más adoradas, con templos dedicados a ella en Egipto y Nubia, y su santuario en File como centro religioso. Se le atribuía un gran poder mágico, protección del reino, dominio sobre el cielo y el destino. Durante el período helenístico, su culto se difundió por el mundo mediterráneo, integrándose con características de deidades griegas y romanas, y desarrollando ceremonias de iniciación y festividades propias.
Su culto terminó con el ascenso del cristianismo en los siglos IV y V d. C., aunque pudo influir en algunas creencias cristianas, como la veneración a María. Isis sigue presente en la cultura occidental, especialmente en el esoterismo y neopaganismo, como personificación de la naturaleza o aspecto femenino de la divinidad.
Isis es parte de la Enéada de Heliópolis, esposa y hermana de Osiris, madre de Horus. Su mito central involucra la muerte y resurrección de Osiris, donde ella juega un papel activo, resucitándolo y concibiendo a Horus. Se la considera paradigma de la devoción maternal y protectora del reino y la realeza. Además, es diosa de la magia, la sabiduría, el cielo y el universo, con un dominio que abarca el cosmos, la tierra y el inframundo.
Iconográficamente, se la representa como mujer con vestido envolvente, bastón de papiro y signo anj, con un tocado que inicialmente era un jeroglífico en forma de trono y luego el disco solar entre cuernos de vaca. El símbolo tyet es su emblema particular, usado como amuleto funerario.
Su culto estuvo vinculado a la realeza y tuvo templos importantes en Behbeit el-Hagar y File, con festividades como el Ka-Hor-Ka y la Amesysia. Participaba en ritos funerarios ayudando a los muertos a alcanzar la otra vida y tenía un culto personal con amuletos y estatuillas. En el mundo grecorromano, su culto se expandió por el Mediterráneo, adaptándose a las culturas locales y adquiriendo nuevas funciones como protectora de marineros y patrona de mujeres. Sus templos tenían un estilo grecorromano y se realizaban rituales diarios y festividades como la Navigium Isidis.
Los devotos de Isis, llamados isiacos, provenían de todos los niveles sociales y podían ser sacerdotes o fieles laicos. El culto incluía ritos mistéricos de iniciación que ofrecían experiencias religiosas intensas. A pesar de la persecución cristiana, sus festividades se celebraron hasta el siglo VI d. C.
Se debate la influencia del culto de Isis en el cristianismo, especialmente en la veneración a María y en ciertos rituales, aunque las similitudes pueden deberse a raíces culturales comunes. La iconografía de Isis amamantando a Horus pudo influir en las representaciones de la Virgen María.
La figura de Isis ha perdurado en la cultura occidental, influyendo en el esoterismo, neopaganismo y movimientos culturales desde el Renacimiento hasta la actualidad, siendo símbolo de sabiduría, naturaleza y poder femenino.
| Autor: | — | 
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| Año: | — | 
| Números: | 2 | 
| Género: | Religión, Mitología, Cultura | 
| Idioma: | español | 
| Leer en: | Santuario Redux – Doncomic |