Arcángel 8

El Arcángel Miguel es una figura central en las tradiciones religiosas judía, cristiana e islámica, reconocido como líder de los ejércitos celestiales y protector del pueblo de Dios. Su nombre en hebreo significa "¿Quién como Dios?", reflejando su papel como defensor de la divinidad y combatiente contra las fuerzas del mal. En el judaísmo, Miguel es considerado un protector del pueblo de Israel y un intermediario en momentos cruciales, como en la liturgia del Yom Kipur y en relatos del Talmud y Midrash. En el cristianismo, es venerado como defensor de la Iglesia y figura clave en la lucha contra Satanás, con numerosas apariciones y cultos dedicados a él en diversas denominaciones, incluyendo la Iglesia católica, ortodoxa y copta. Su iconografía común lo muestra como un ángel guerrero con armadura y armas, simbolizando su rol militar y espiritual.

En la Iglesia católica, Miguel es también conocido por sus apariciones históricas y su oración, promovida por el papa León XIII, que invoca su protección contra el mal. La Iglesia ortodoxa lo representa con atributos similares y celebra varias festividades en su honor. La Iglesia copta mantiene una veneración especial, integrando textos adicionales en su Biblia donde Miguel tiene un papel destacado. En el protestantismo, su figura es reconocida aunque con interpretaciones variadas, especialmente en denominaciones restauracionistas que identifican a Miguel con Jesucristo.

En el islam, Miguel (Mījā'īl) es uno de los cuatro arcángeles principales y se le considera el ángel de las bendiciones, residiendo en el séptimo cielo y actuando en segundo lugar después de Gabriel. Su presencia en el Corán y la tradición islámica subraya su importancia en la cosmología y la organización celestial.

A lo largo de las culturas y religiones, el Arcángel Miguel simboliza la justicia divina, la protección espiritual y la lucha contra las fuerzas oscuras, siendo objeto de devoción, arte y liturgia que reflejan su papel como defensor y guía celestial.