King Cobra – El Reptil Volador

Los diápsidos (Diapsida) son una subclase de amniotas saurópsidos caracterizados originalmente por tener dos fosas temporales en cada lado del cráneo, detrás de la órbita ocular. Este grupo incluye una gran diversidad de reptiles, tanto extintos como actuales, y se divide en varios linajes principales: ictiosaurios, lepidosaurios, pantestudinados y arcosaurios.

Los ictiosaurios fueron reptiles acuáticos con cuerpo similar a los delfines, que vivieron desde el Triásico Inferior hasta el Cretácico Superior. Los lepidosaurios, que surgieron en el Triásico, se dividen en esfenodontos, representados hoy por un solo género en Nueva Zelanda, y escamosos, que incluyen lagartos, serpientes y otros reptiles con gran éxito ecológico.

Los arcosaurios, surgidos en el Pérmico Medio, incluyen a los dinosaurios, pterosaurios, cocodrilos y aves. Este grupo fue dominante durante el Mesozoico y sigue siendo relevante hoy en día, especialmente a través de las aves, que descienden de pequeños dinosaurios terópodos. Los pterosaurios fueron los primeros vertebrados voladores, mientras que los cocodrilos prosperaron en ambientes acuáticos y terrestres.

Los pantestudinados comprenden a las tortugas y sus parientes, así como a los plesiosaurios y placodontos, reptiles adaptados al medio acuático. Las tortugas, con su característico caparazón, fueron tradicionalmente consideradas anápsidos, pero estudios moleculares y fósiles recientes las ubican dentro de los diápsidos, estrechamente relacionadas con los arcosaurios.

Este grupo de reptiles presenta una gran diversidad morfológica y adaptativa, desde formas terrestres hasta acuáticas y voladoras, y ha tenido un papel crucial en la evolución de los vertebrados. La filogenia de los diápsidos se basa en características craneales y esqueléticas, así como en evidencias moleculares y fósiles, mostrando relaciones complejas entre los distintos linajes y su evolución a lo largo del tiempo.