Joyas Literarias Juveniles

Joyas Literarias Juveniles fue una serie de 272 adaptaciones a historieta de clásicos de la literatura, principalmente del género de aventuras, que comenzó a publicarse en 1967 en las revistas de Editorial Bruguera. Esta colección se destacó por recopilar y expandir estas adaptaciones en tebeos monográficos durante la década de los setenta, convirtiéndose en uno de los grandes éxitos editoriales de la época, junto a otras colecciones como la Colección Olé! y la revista Gran Pulgarcito.

La serie fue heredera de la Colección Historias de 1955 y sus primeras historietas aparecieron en la revista Pulgarcito. En 1970, Bruguera creó formalmente la colección Joyas Literarias Juveniles para recopilar estas historietas, siguiendo la tendencia francesa de álbumes recopilatorios. Estos tomos tenían un formato en rústica similar al de la revista y portadas realizadas por Antonio Bernal. El éxito fue tal que se comenzaron a producir nuevas adaptaciones directamente para este formato, alcanzando casi un centenar adicional en tres años. En 1972, la editorial optó por lanzar tomos compilatorios bajo el título "Famosas Novelas" para facilitar la conservación de los ejemplares.

Los guiones de las primeras adaptaciones fueron mayormente obra de José Antonio Vidal Sales, quien utilizó varios seudónimos, aunque también participaron otros escritores como Miguel Cussó, Andreu Martín, Víctor Mora y Armonía Rodríguez. Entre los dibujantes más destacados se encuentran Carrillo, Félix Carrión, Alfonso Cerón, Fuentes Man, Juan Escandell, Juan García Quirós, Torregrosa y Juan José Úbeda. A partir de 1977, Juan Manuel González Cremona se convirtió en el guionista principal hasta la finalización de la serie en 1983 con el número 269.

Joyas Literarias Juveniles tuvo un impacto significativo en la educación sentimental de los españoles nacidos en los años sesenta y su éxito inspiró la creación de otras colecciones similares, como la Colección Grandes Aventuras, la Colección La Biblia y diferentes series de Joyas Juveniles dirigidas a públicos específicos, incluyendo una serie femenina con portadas de artistas como Purita Campos y Trini Tinturé. Estas colecciones ampliaron el alcance y la diversidad de las historietas adaptadas, consolidando la influencia de Editorial Bruguera en el ámbito del cómic juvenil en España durante las décadas de los setenta y ochenta.